¿Listo para caer en la tentación?
Coca de patata
En Mallorca existen numerosas versiones de la coca, tanto dulces como saladas, pero si tenemos que recomendar una elegiríamos la coca de patata, una especialidad de Valldemossa que podemos encontrar en muchas panaderías de la isla. Esta pequeña coca hinchada y de textura suave, se prepara con patata, manteca de cerdo, azúcar, levadura, harina, huevos, leche y aceite de girasol. ¿Nuestra recomendación? Acompáñala con una taza de chocolate en días fríos o con un helado de almendra cuando haga calor. No te arrepentirás.
Cuartos embetumats
Elaborados a partir de una coca de quarto, un bizcocho típico mallorquín muy esponjoso, elaborado a partir de huevos, azúcar y fécula de patatas. Los cuartos embetumats se rellenan con yema pastelera y se embadurnan (“embetume”n, en mallorquín) con una capa de merengue o de chocolate.
Un dulce perfecto para alegrarte el día.
Crespells
Estas pastas típicas de Semana Santa tienen numerosas formas: corazones, flores, peces, estrellas y también figuras humanas (senyorets). Gracias a su sencilla elaboración son una receta muy popular en Mallorca para preparar junto a los niños. Normalmente, se utilizan los recortes de la masa de los rubiols, se cortan con diferentes molduras, se hornean y se espolvorean con azúcar glasé.
Gató de almendra
Este bizcocho húmedo y esponjoso se elabora sin harina y con muy pocos ingredientes: huevos, azúcar y almendra autóctona, a los que se añade canela en polvo y ralladura de limón.
Encontramos referencias de este dulce en el siglo XVII y es una mezcla de la cocina francesa y mallorquina; de ahí su nombre, que deriva de la palabra francesa “gâteau” (pastel).
Cardenal de Lloseta
Todo buen postre tiene una buena historia detrás y esto es lo que sucede con el Cardenal de Lloseta. Este postre tiene su origen en el Forn de Baix de Lloseta y la receta original se guarda con celo en este horno situado a los pies de la Serra de Tramuntana.
Cuenta la leyenda que durante una comida con amigos, uno de los dueños del horno afirmó que este postre era un “bocatto di cardinale” y, de ahí, su nombre. Elaborado a base de bizcocho genovés, licor de cereza, merengue y nata montada, este pastel alargado es lo más parecido a comerse una nube. No dudes en probarlo si tienes ocasión.